Introducción de El Coronil
El Coronil es un pueblo de la Campiña sevillana situado a 54 km (40 min) de la capital. Muy bien comunicado, posee una ubicación estratégica entre las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga. Su entorno paisajístico está conformado por las suaves ondulaciones características de la campiña y al acercarnos a la provincia de Cádiz encontramos la topografía y vegetación típicas de la zona cercana a la sierra que nos lleva a la Vía Verde. Los principales cursos de agua que atraviesan el municipio son el Arroyo Salado y el río Guadalete. Según la estación del año en que nos encontremos, podemos observar un mar de verdes u ocres trigales. El contraste de los girasoles o la tranquilidad de la tierra en reposo. Pueblo de arraigadas costumbres, rica gastronomía y habitantes acogedores. En crecimiento turístico y empresarial, cuenta con la mayor instalación solar fotovoltaica de Andalucía y una emergente industria agroalimentaria con tecnología de vanguardia.

Historia de la villa de El Coronil
Basado en textos del historiador local Antonio Ruiz Pérez
Los primeros asentamientos humanos en esta región de la campiña
Orígenes Prehistóricos
Los primeros asentamientos humanos en esta región de la campiña datan del periodo del Calcolítico alrededor del 2300 a. C.. Y se localizan en áreas con condiciones favorables como la proximidad de manantiales de agua para el abastecimiento. Sitios elevados para la defensa o áreas de fácil acceso para el comercio.
Características de los Asentamientos Prehistóricos
Son asentamientos de pequeña extensión que se benefician de la fertilidad agrícola del lugar. Como lo demuestran los utensilios de piedra pulida encontrados, restos de animales domesticados y una abundante cerámica. Destacan los sitios de la Fresnadilla, el Tesorillo, la Piedra Hincada o las Aguzaderas, entre otros. Aunque los dos principales estarían actualmente fuera del término municipal coronileño pero bastante cerca del núcleo urbano actual de El Coronil.
Influencia Celta y Romana
Se trata de los yacimientos del Molino Pintado y del Cerro El Casar, donde también se encuentran numerosos restos ibéricos. E incluso se especula que el castillo de El Coronil está construido sobre una antigua atalaya de origen celta que permitiría controlar las rutas de comunicación que pasaban por la zona. No obstante, será el periodo romano el más relevante.
Época Romana
No solo por el considerable aumento de la población del área, sino también por los numerosos asentamientos encontrados y la abundancia de artefactos y monedas de esa época. Así, la riqueza agrícola de la zona llenará sus campos de villas romanas que servirán como centros de producción agrícola y ganadera.
Salpensa: Ciudad Romana
Y alcanzarán su apogeo en el siglo II d. C. El propio yacimiento de El Casar, mencionado anteriormente, se transformará en la ciudad romana de Salpensa, que adquirirá la categoría de municipio romano, emitiendo su propia moneda desde la época Flavia y conservando sus propias leyes municipales.
Época Musulmana
Tras la crisis general del siglo III d. C., que también afectó a esta zona, llegamos al periodo musulmán en el que Salpensa perdería su importancia anterior hasta su casi total desaparición, al igual que la República Callense, que sería destruida por los invasores.
Fortificaciones Musulmanas
Poco se sabe del periodo de dominación musulmana, siendo lo más notable la construcción de sus dos castillos, el de la Villa y el de las Aguzaderas, ambos muy modificados después de la reconquista cristiana, lo que refleja el proceso de fortificación que vivió toda la campiña, donde la población tendía a concentrarse alrededor de pequeñas fortalezas donde pudiera refugiarse en caso de peligro.
El Coronil después de la Reconquista
Esto indica la presencia de una pequeña población en la zona, como lo demuestran los restos arqueológicos encontrados, como lucernas, jarras, ladrillos o monedas. Sin embargo, el verdadero origen del actual núcleo de población de El Coronil debe buscarse después de la Reconquista Cristiana.
La Influencia de la Frontera con Granada
Y estuvo influenciado por la existencia de la frontera con el Reino Nazarita de Granada. Esta zona conquistada en tiempos de Fernando III el Santo era conocida como la Banda Morisca, donde se producían continuos ataques y escaramuzas por parte de las tropas musulmanas. Esta situación de constante peligro llevó a que la zona estuviera prácticamente despoblada.
Repoblación y Desarrollo
Y la única población existente se concentraba alrededor de torres o edificios amurallados donde podían refugiarse ante la llegada del enemigo islámico. El escaso poblamiento llevó a que la Iglesia, las Órdenes Militares y la nobleza adquirieran abundantes propiedades en la zona, que para obtener beneficios y obtener rentas debían repoblar.
Fundación de El Coronil
Por ello, lo primero que hicieron estos señores fue atraer población a la zona ofreciendo numerosos beneficios, como exenciones de impuestos y parcelas de tierra en propiedad para su cultivo, con el fin de atraer población a una zona tan peligrosa como esta. Uno de estos linajes adquirió el territorio donde hoy se encuentra la villa.
El Castillo de El Coronil
Su nuevo señor, Ruy Pérez de Esquivel, intentaría sacar provecho de su nueva propiedad y así, el 25 de abril de 1381, obtuvo del Rey Juan I una Real Cédula para repoblar el lugar con quince vecinos. Este es el comienzo de la actual villa coronileña. Para su defensa, reconstruiría la fortaleza existente en el lugar que había estado abandonada y en ruinas desde hacía tiempo. Sería el actual castillo de El Coronil. Sus primeros habitantes serían agricultores y soldados.
Geografía y medio ambiente
La villa de El Coronil se encuentra ubicada en la Campiña sevillana, una extensa llanura agrícola situada al sur de la provincia de Sevilla, en la comunidad autónoma de Andalucía, España. Limita al norte con el término municipal de Morón de la Frontera, al este con los municipios de Montellano y Puerto Serrano, al sur con los de Villamartín y Bornos (en la provincia de Cádiz) y al oeste con los de Pruna y Algámitas.
Clima y topografía
El relieve de El Coronil es predominantemente llano, con suaves ondulaciones que dan lugar a un paisaje característico de la Campiña sevillana. Sin embargo, al acercarnos a la provincia de Cádiz, el terreno se vuelve más accidentado, con la presencia de sierras y montañas que contrastan con la llanura circundante. Este cambio de topografía marca el inicio de la Vía Verde de la Sierra, un antiguo trazado ferroviario reconvertido en ruta turística que atraviesa paisajes de gran belleza natural.
El clima de El Coronil es mediterráneo, con veranos calurosos e inviernos suaves. Las precipitaciones son escasas y se concentran principalmente en los meses de invierno, mientras que en verano predomina el tiempo seco y soleado. Esta combinación de factores climáticos crea un entorno propicio para la agricultura, siendo el cultivo de cereales, olivos y viñedos las principales actividades agrícolas de la zona.
Hidrografía y vegetación
En cuanto a la hidrografía, los principales cursos de agua que atraviesan el municipio son el Arroyo Salado y el río Guadalete. Estos cursos fluviales, aunque de caudal irregular, son vitales para el riego de los campos y el abastecimiento de agua tanto para consumo humano como para uso agrícola e industrial.
El paisaje agrícola de El Coronil está dominado por los campos de cereales, olivares y viñedos, que se extienden hasta donde alcanza la vista. Durante la primavera, el campo se tiñe de verde con el brote de la vegetación y el florecimiento de los campos de cereal, creando un espectáculo visual único. En verano, los campos de trigo dorado se convierten en un mar de oro que se funde con el horizonte, mientras que en otoño, los tonos ocres y rojizos de los viñedos en cosecha añaden un toque de color a la paleta paisajística.
Fauna y flora
La fauna de El Coronil está compuesta por una gran variedad de especies adaptadas a la vida en la campiña. Entre los mamíferos más comunes se encuentran el conejo, la liebre, el zorro y el jabalí. Mientras que en el cielo sobrevuelan rapaces como el águila calzada, el milano real y el cernícalo. En los campos y ríos podemos encontrar una gran diversidad de aves, como la abubilla, la cogujada y el ruiseñor, así como anfibios y reptiles como el sapo común, la culebra de escalera y la lagartija ibérica.
En cuanto a la flora, la vegetación autóctona de la Campiña sevillana está compuesta principalmente por encinas, alcornoques y quejigos. Así como por matorrales mediterráneos como el romero, la jara y el tomillo. Sin embargo, el paisaje agrícola ha modificado en gran medida el hábitat natural. Con la presencia predominante de cultivos intensivos y monocultivos que han reducido la biodiversidad y alterado los ecosistemas originales.
Conservación y sostenibilidad
A pesar de estos desafíos, El Coronil está llevando a cabo iniciativas de conservación y reforestación para proteger y restaurar los ecosistemas naturales de la zona. La creación de áreas protegidas y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles son pasos importantes hacia la preservación del medio ambiente y la biodiversidad local. Además, la educación ambiental y la sensibilización pública son herramientas clave para fomentar la participación comunitaria en la protección del entorno natural y promover un desarrollo sostenible.
Patrimonio cultural y arquitectónico
El Coronil cuenta con un rico patrimonio cultural y arquitectónico que refleja su historia y tradiciones. Uno de los monumentos más emblemáticos es la Iglesia Parroquial de San Sebastián, construida en el siglo XVIII en estilo barroco andaluz. Su imponente fachada y su torre campanario son un símbolo del pueblo y un punto de referencia para los visitantes.
Otro elemento destacado del patrimonio arquitectónico de El Coronil es el Castillo de las Aguzaderas, una fortaleza medieval ubicada en las afueras del municipio. Construido en el siglo XIV por orden de Alfonso XI, este castillo ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos y hoy en día alberga un centro de interpretación que permite a los visitantes conocer su historia y arquitectura.
Además de estos monumentos, El Coronil cuenta con un casco antiguo lleno de encanto, con calles estrechas y empedradas, casas blancas y patios floridos que dan testimonio de la tradición andaluza. En cada rincón del pueblo se pueden encontrar muestras de su rica herencia cultural, desde antiguas ermitas hasta molinos de viento y aljibes árabes.
Fiestas y tradiciones
Las fiestas y tradiciones son una parte importante de la vida en El Coronil. Con celebraciones que tienen lugar a lo largo de todo el año y que reflejan la identidad y el folclore local. Una de las fiestas más populares es la Feria de Agosto, que se celebra en honor a la patrona del pueblo, la Virgen de las Veredas. Durante una semana, el pueblo se llena de colorido con casetas, atracciones, actuaciones musicales y actividades para toda la familia.
Otra festividad destacada es la Semana Santa, que se vive con gran devoción y fervor religioso en El Coronil. Los vecinos se unen para procesionar las imágenes de Cristo y la Virgen por las calles del pueblo. Acompañados de bandas de música y cofradías en un ambiente de recogimiento y tradición.
Además de estas celebraciones religiosas, El Coronil también cuenta con otras fiestas populares como la Romería de San Isidro. En la que se rinde homenaje al patrón de los agricultores con una romería al campo y una jornada de convivencia en plena naturaleza. Otras tradiciones destacadas son la matanza del cerdo, la recogida de la aceituna y la vendimia. Que se llevan a cabo siguiendo rituales y costumbres transmitidas de generación en generación.
Gastronomía local
La gastronomía de El Coronil es un reflejo de su historia y tradiciones, con platos que combinan ingredientes locales y recetas transmitidas de padres a hijos. Entre los platos más típicos se encuentran el gazpacho andaluz, el salmorejo, las migas, el cocido andaluz y el rabo de toro. Que se elaboran con productos frescos y de calidad.
Además de estos platos tradicionales, la cocina de El Coronil destaca por su variedad y creatividad, con influencias de la cocina árabe y judía que se reflejan en platos como el cuscús, el tagine y los dulces de almendra y miel. Los productos de la tierra, como el aceite de oliva virgen extra, los quesos artesanales y los vinos de la comarca, son también protagonistas en la mesa coronileña, acompañando y realzando el sabor de los platos.
Turismo rural y actividades al aire libre
El Coronil ofrece numerosas opciones para los amantes del turismo rural y las actividades al aire libre, con una amplia oferta de rutas de senderismo, ciclismo, equitación y turismo activo. La Vía Verde de la Sierra es una de las rutas más populares, con más de 36 kilómetros de recorrido que atraviesan paisajes de gran belleza natural, antiguos túneles ferroviarios y puentes históricos.
Otras opciones para disfrutar de la naturaleza son las rutas de senderismo por el Parque Natural Sierra de Grazalema, el Parque Natural Sierra de las Nieves y el Parque Natural Los Alcornocales, que ofrecen paisajes espectaculares, fauna y flora autóctonas y una gran variedad de actividades al aire libre para todas las edades.
Para los más aventureros, El Coronil también ofrece la posibilidad de practicar deportes de aventura como la escalada, el barranquismo, el piragüismo y el parapente, aprovechando las condiciones naturales de la zona y la infraestructura turística disponible.
Agroturismo y turismo sostenible
El agroturismo y el turismo sostenible son una apuesta cada vez más importante en El Coronil, con iniciativas que buscan promover un turismo responsable y respetuoso con el medio ambiente. La oferta de alojamientos rurales, casas cueva y campings permite a los visitantes conectar con la naturaleza y la vida en el campo, mientras que las actividades agroalimentarias y las visitas a fincas y bodegas ofrecen la oportunidad de conocer de cerca el trabajo de los agricultores y ganaderos locales.
Además, El Coronil está desarrollando proyectos de turismo sostenible que incluyen la promoción de la movilidad sostenible, el uso eficiente de los recursos naturales y la sensibilización ambiental entre la población local y los visitantes. Estas iniciativas buscan no solo impulsar la economía local y generar empleo en el sector turístico, sino también preservar el patrimonio natural y cultural de la zona para las generaciones futuras.
Conclusión
El Coronil es un destino turístico único que ofrece a los visitantes la oportunidad de descubrir la belleza y la riqueza de la Campiña sevillana. Así como de sumergirse en la historia y la cultura de un pueblo con encanto. Con su patrimonio natural, arquitectónico y gastronómico, sus tradiciones y fiestas populares. Y su oferta de turismo rural y actividades al aire libre, El Coronil tiene mucho que ofrecer a aquellos que buscan una experiencia auténtica y enriquecedora fuera de los circuitos turísticos tradicionales. Ya sea disfrutando de un paseo por sus pintorescas calles empedradas, explorando sus monumentos históricos o saboreando la deliciosa gastronomía local. Los visitantes de El Coronil encontrarán una experiencia única y memorable.
La participación comunitaria en la protección del entorno natural es fundamental para garantizar la sostenibilidad de este destino turístico. Los habitantes locales juegan un papel activo en la conservación de los paisajes rurales. Promoviendo prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente y participando en proyectos de reforestación y protección de la biodiversidad. Asimismo, la colaboración con organizaciones ambientales y la implementación de políticas de turismo sostenible son clave para preservar la belleza natural de la región y promover un desarrollo turístico responsable.
En resumen, El Coronil ofrece a los viajeros una combinación perfecta de naturaleza, cultura y tradición, convirtiéndolo en un destino ideal para aquellos que buscan alejarse del bullicio de la ciudad y disfrutar de la autenticidad y la tranquilidad del campo andaluz. Con su acogedora hospitalidad y su rico patrimonio, El Coronil espera dar la bienvenida a todos aquellos que deseen descubrir los tesoros ocultos de la Campiña sevillana.